En abril de este año publiqué con mucha emoción mi tercer libro, Primaveras, pero recibí comentarios que me hicieron repensar lo que estaba comunicando al respecto.
Primaveras es un libro que nace enteramente de mi práctica espiritual y todo el impacto que ésta ha tenido en mi mente, en mi cuerpo y en mi relación con la realidad. Hablo de mí todo el tiempo, porque ha sido mi propia experiencia personal, pero la realidad es que esa experiencia es la experiencia de todxs porque, como siempre digo, todxs compartimos el mismo camino.
Y esa es la razón por la que decidí publicar estos poemas, porque espero que encuentren resonancias. Lo escribí así en la introducción del poemario: la publicación de este libro no obedece a mi ego de escritora, a esta simple necesidad de publicar, mostrar lo escrito y ser leída; no, esta publicación –lo mismo que Poética de la Ansiedad– obedeció a compartir el camino con la intención de que quienes allá afuera están buscándose, se reencuentren entre estas páginas y que a partir de ese encuentro, nos vinculemos.
Es así que después de tratar de expresar lo anterior en el Live en donde por primera y única vez he hablado de esto, recibí comentarios en donde me cuestionaban cosas como: ¿por qué estás hablando de esto? Sólo le puedo creer a un monje cuando escucho de estos temas. O: Estás haciendo exactamente lo contrario de lo que expresas, poniéndote en un pedestal. O: Tu rostro y tu tono de voz suenan condescendientes. Ouch…
Las críticas las recibo siempre de manera constructiva, porque sé –o eso espero– que pretenden eso. Así que decidí pausar la promoción de mi propio libro y autoobservarme, después de todo, la principal enseñanza para mí en este momento está en postrar mi ego y quedarme en silencio. Así que lo detuve todo y me fui al tapete de yoga con la pregunta en ciernes: ¿Cómo compartir este libro? ¿Cómo hablar de estos poemas sin atentar contra la enseñanza espiritual? ¿Cómo hablar de mí sin ponerme en el centro? Porque después de todo, es MI libro, son MIS poemas, es MI experiencia y claro que tengo el deseo de compartirlo con los lectores. Pero entonces, cómo.
Quién sabe. Realmente no sé. Han pasado dos meses y no he encontrado la respuesta. La única conclusión a la que llegué es que el libro ya está allí, el trabajo ya está hecho y lo he hecho con profundo amor y respeto, ha nacido de un lugar luminoso o que, por lo menos, transita hacia la luz y, en ese sentido, nada… es para ustedes, lxs lectores.
Así que ya empezarán a escucharme hablar un poco más de este nuevo libro con el que espero acompañarnos, inspirarnos, caminar juntxs.
Ah, también me dijeron que es muy arrogante haber dicho que estos poemas están –en su mayoría– sin editar. Bueno, supongo que eso quiere decir que les parecieron buenos, pero qué les digo, esa es la verdad. Y en todo caso es solo mi experiencia personal, y no es importante.
Gratitud.
PD: El libro sigue a la venta y pueden pedirlo en ventas@pupiladilatada.com o mandándome mensaje en mis redes sociales:
Imagen: Adobe Express