DeepSeek, la IA de China, dio un paso importante en la carrera tecnológica. Sobre todo, me invitó a reflexionar: ¿en dónde está México en todo esto?
Hace dos semanas, justo cuando Mark Zuckerberg pedía miles de millones de dólares para el desarrollo de la IA y Trump estaba muy dispuesto a apoyarle –claro, del erario público–, China lanzó DeepSeek, una IA con un costo menor a 10 millones de dólares, que se puede entrenar en 2 meses y, además, es open source, es decir, el mundo entero, en comunidad, va a poder mejorar esa IA que, además, cualquiera puede bajar, adaptar y entrenar para su propio negocio totalmente gratis –obviamente requieres saber escribir en código–. En cambio, todos los softwares con código cerrado como ChatGpt, no puedes conocer sus planos, de manera que tienes que pagar y esperar actualizaciones.
El pasado 27 de enero fue un lunes negro para las compañías tecnológicas, ya que se desplomaron las acciones del índice bursátil tecnológico gringo, ese que domina las inversiones en IA, donde –creen– que nadie más está compitiendo.
La razón de este desplome, que continúa hasta el día de hoy, se debe a que quedó al descubierto que la valoración de las tecnológicas gringas es ridículamente alta, hace ver como una estafa pedir tanto dinero para desarrollar la IA. China, en cambio, ha demostrado que las matemáticas y la ingeniería bien utilizadas dan mejores resultados que el poder bruto de chips de última generación y empresas abrumadoramente grandes y sobrevaluadas.
Destaca que Estados Unidos prohibió venderle a China –ajá, así el “libre” comercio– chips de última generación, desarrollados únicamente por ellos y Taiwán. Es así que China no tiene la tecnología para hacer sus propios chips y, sin embargo, con colaboración y paciencia han logrado hacer algo más potente, que consume menos recursos en procesadores y de energía. Incluso puede correr en una computadora, basta con que lo bajes a tu compu o tu celular, es decir, no eres dependiente de las súpercomputadoras de Google o Microsoft que, además, roban tus datos.
Los gringos cometieron un error: al bloquear a China, lo orillaron a desarrollar su propia tecnología, sí, se han tardado algunos años, pero, ¿están a punto de alcanzarles?
Algo que me queda claro de esta situación, es que de este lado del mundo sabemos poco sobre lo que realmente pasa entre las potencias. ¿Qué se nos cuenta, por ejemplo, de la guerra en Ucrania? No se nos dice que Rusia ha ganado esa guerra, que lo único que queda a Ucrania es la división de su territorio, que en la mesa de negociaciones sólo se han sentado Rusia y ¡Estados Unidos! Ni Ucrania ni Europa pintan en esa resolución, ¿por qué será? En fin, regresando al punto, tampoco sabemos mucho sobre los desarrollos de China y sus capacidades económicas. No ha habido sanción que los detenga. Por cierto, a Rusia tampoco.
Pero lo anterior es realmente lo de menos, lo verdaderamente lamentable es que en México no estamos siquiera discutiendo sobre estos temas. Si estamos lejos de la capacidad de desarrollar nada de esto, por lo menos deberíamos estar atentos a las eventualidades, a las afectaciones, hacia dónde vamos, qué se espera de nosotros como país y qué significa el desarrollo de estas tecnologías para el individuo.
Bueno, sirva de consuelo que la semana pasada Claudia Sheinbaum anunció la creación de un centro nacional para el diseño de semiconductores con el que se espera fabricar y ensamblar chips en México. ¡Qué bueno! Porque a veces me da la impresión de que nada más andamos con que si Clarita Brugada y no sé qué… quien, por cierto, no puede ni leer el contador de Fin de Año. Sí vieron eso, ¿no? De ese nivel.
Pero bueno, esta es solo mi opinión personal y no es importante.
Imagen: Adobe Express