En el mundo están pasando muchas cosas, pero la realidad es que los seres humanos no tenemos la capacidad de procesar tanta información.
Desde el fraude electoral en Ecuador, pasando por la CELAC, hasta el uso masivo de la IA para hacer imágenes tipo Studio Ghibli, son temas que han de interesarnos a todxs y que, de alguna manera, confluyen en el mismo cauce: qué postura hemos de tomar ante la nueva realidad del mundo.
El fraude electoral en Ecuador es una muestra clara de la manipulación de los medios de comunicación y la pasividad con que la sociedad reacciona. Mientras que las elecciones en Venezuela invitaron a todo mundo a opinar, las elecciones de Ecuador pasan, para muchxs, desapercibidas: la exigencia de que Maduro enseñara las actas para demostrar que había ganado, no es la misma para Noboa; mientras que en las sobremesas y los chats se hablaba de Maduro como un dictador que sometía a su pueblo, el silencio sepulcral con respecto de Noboa sólo demuestra que la estrategia de manipulación y desinformación sí funciona. ¿Habría de interesarnos esto? Claro que sí. Aquí en México hemos sido víctimas de varios fraudes electorales: el de Salinas, el de Calderón y el de Peña Nieto –este último, por cierto, se parece mucho al de Noboa, donde el capital y los medios de comunicación jugaron un papel importante–. La imposición de este tipo de regímenes atiende a las necesidades del Mercado y de las grandes fortunas, donde se requiere la posibilidad de seguir explotando recursos y a la población; dar continuidad a gobiernos como el de Noboa, también asegura un pequeño frente para esos mismos intereses en una región ávida de otro sistema económico y social. Y que el capitalismo no se puede permitir.
Sin embargo, si bien criticamos al capitalismo en terrenos que nos son más conocidos, cuando se trata de temas como la IA, me parece que no lo tenemos tan claro. Y quizá es natural, después de todo, es algo muy novedoso que empezamos, apenas, a discutir.
Y es que llamó muchísimo mi atención que, a propósito de las imágenes creadas con IA tipo estudio Ghibli, uno de los ángulos de la discusión sea que no nos podemos permitir propiedad intelectual privada. ¿O sea que Studio Ghibli no puede defender y/o proteger sus creaciones, pero sí podemos permitir que un gigante tecnológico como Open AI se alimente de todo, absolutamente todo lo que hemos hecho los humanos a lo largo de nuestra historia? En la CELAC, el presidente Petro, de Colombia, arrojó luz sobre este tema: ¿quién es el dueño de esa nube? ¿Quién será el dueño del conocimiento de la humanidad? Ya hay quienes dicen que los propios artistas o creadores no, porque no se vale la propiedad privada, ¿entonces qué…? ¿Se lo entregamos todo a Sam Altman? ¿Estamos tan ávidos de repetir consignas marxistas que ya no nos importa que esos vacíos conceptuales beneficien a los magnates de la tecnología? Esta discusión está muy verde, pero sin duda creo que quienes nos dedicamos a algún tipo de creación artística tenemos que defender la hechura enteramente humana, no hay espacio para el debate.
Por cierto, hablando de la CELAC, lo que vimos de Claudia Sheinbaum fue lamentable. En su discurso de tan solo 10 minutos no dijo nada, absolutamente nada nuevo, sólo repitió consignas obradoristas; Petro, en cambio, puso sobre la mesa algunos temas que urge atender, pero en serio: el narcotráfico gringo y su grave problema de adicción que ha criminalizado a nuestra región es uno de ellos y no teme decirlo, como Claudia, quien en este afán de no entrar en conflicto con los gringos de plano no dice nada (¿y no sienten que sí entrega tareas mensuales a Trump?). Otro tema que Petro comentó, como ya adelanté, es el debate sobre la IA, del que Sheinbaum habla poquísimo o nada, lo cual sorprende, siendo ella científica.
En fin, todo esto, aunque parecen temas dispares, confluyen, como decía el principio, en el mismo cauce: en tanto nos dejemos confundir y dividir por fake news, en tanto nos conformemos con el orden de las cosas que se nos impone a través de la manipulación mediática, en tanto sigamos alimentando a la IA creyendo lo que quieren que creamos al respecto, iremos perdiendo la capacidad de discernir, esclavizando cada vez más, voluntariamente, nuestro pensamiento.
Y, pese a todo, la verdadera reflexión que he sacado de todo esto es que los seres humanos no estamos capacitados para procesar tanta información, tantas noticias, tantos hechos, de todo el mundo, todo al mismo tiempo y en un sólo lugar: las pantallas de nuestros dispositivos. Personalmente me siento drenada.
Este es un texto que, como ven, aborda varios temas y orilla a varias reflexiones, pero quizá lo único que hemos de hacer es sentarnos en silencio, sólo así podremos liberarnos. Y es así que he llegado a la verdadera enseñanza, otra de las bondades de escribir y no nada más darle mis ideas a la IA.
Claro que esta es sólo mi opinión personal y no es importante.
Imagen: Adobe Express