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De Europa, la gran perdedora

Todos sabíamos que la guerra en Ucrania era entre Rusia y Estados Unidos. Lo que estamos viendo ahora es que la gran perdedora de esa guerra es Europa entera.

Cuando estalló la guerra en Ucrania los medios occidentales inmediatamente hablaron de la necesidad de apoyarle porque eso significaba proteger la democracia y al mundo libre de la invasión rusa. El bombardeo mediático, como siempre, fue clave para justificar la puesta en marcha de la industria militar y armamentística de Estados Unidos, quien se veía como el principal inversor, perdón, aliado. 

Sin embargo, para quienes recuerdan la historia –he ahí la importancia de la Historia– la cosa sonaba un poco planeada. 

La fórmula la conocemos bien aquí en América Latina: Ucrania tiene un presidente, Víktor Yanukóvich, que no es afín a los intereses occidentales, por el contrario, en los medios, en términos simplistas, le llaman “proruso”; esos mismos medios alientan manifestaciones en contra de Yanukóvich, los ucranianos protestan, primero, pacíficamente, después la cosa se pone violenta y acaba en la destitución de Yanukóvich para que finalmente llegue un nuevo presidente, Petro Poroshenko, este sí, alineado a los intereses occidentales. Para colmo de los ucranianos, aparece en escena un actor de comedia que le arrebata la presidencia a Poroshenko, sí, Volodimir Zelenski, quien concretará el negocio de entregar Ucrania en bandeja de plata a los gringos.

Al promover la entrada de Ucrania a la OTAN, Zelenski cruzó las famosas líneas rojas de Putin, quien finalmente invadió Ucrania, desatando la guerra que Estados Unidos y Europa esperaban sí, para invertir en ella. Lo que no esperaron es que Rusia ganara esa guerra y tuvieran que sentarse a negociar. 

Cabe, sin embargo, preguntarse: ¿este era el plan original de Estados Unidos?, después de todo está saliendo bastante victorioso; ¿Europa cometió un error de cálculo?, después de todo es la gran perdedora. 

La derrota militar de Ucrania iba acompañada de la necesidad de enviar más inversión, perdón, ayuda. Es así que Zelenski anduvo de gira artística pide y pide dinero mientras los jóvenes ucranianos morían en el frente de guerra; Ursula Von Der Leyen andaba muy contenta promoviendo la venta de búnkeres para que los europeos se protegieran del inminente ataque nuclear ruso, Suecia y Finlandia solicitaron su adhesión formal a la OTAN, Suiza perdió su neutralidad, los europeos se atrevieron incluso a bombardear los gasoductos Nord Stream, esos que les proveían gas proveniente de Rusia. No hay estado que reivindique este ataque, pero se dice que fue el propio Zelenski quien se atrevió a tanto. Y me detengo aquí porque me parece uno de los puntos clave para entender los verdaderos motivos de esta guerra: al dejar de recibir el gas ruso, Ucrania y Europa entera se han visto obligados a comprar gas de Estados Unidos.

¡Qué jugada maestra de los gringos! Ahora Europa es su cliente, la han hecho dependiente de sus energéticos, mientras que, eso sí, el pueblo europeo es el más perjudicado: el gas gringo les está saliendo 40% más caro que el ruso, lo que lo encarece todo, destruyendo, además, la competitividad de Europa.

Todo esto invita a más preguntas: Macron, Scholz y compañía, ¿son tontos? Me cuesta trabajo entender cómo se han autodestruido. ¿Son víctimas de Estados Unidos? ¿O ellos mismos tienen negocios de los que se beneficiarán en Ucrania? ¿O por qué perjudicar a tu propio pueblo? 

Y es así que nos enfrentamos a la realidad. Trump lo ha dicho: Estados Unidos ha invertido millones de dólares en Ucrania, los quiere de vuelta. Y el pago serán sus tierras raras y sus recursos. 

Ni Zelenski ni ningún otro dirigente europeo se están sentando en la mesa de negociación de la paz, sólo Trump y Putin, sólo Estados Unidos y Rusia. Dan igual las inversiones de Europa, todos pagarán a Estados Unidos por la “ayuda”. Ucrania no entrará a la OTAN, devolverá territorios, sus fronteras cambiarán, ha quedado dividida, está endeudada; Estados Unidos y Rusia, los eternos enemigos, terminan victoriosos sobre la ingenuidad de Europa, la gran perdedora, quien saboteó sus lazos económicos y comerciales con los rusos y los chinos, destruyendo sus industrias; tras la guerra, Europa ha quedado destruida económicamente, ahora es dependiente de Estados Unidos, su eterno aliado es ahora su colonizador.

¿Esto por qué nos interesa de este lado del mundo? Porque en medio del gran negocio gringo, hay miles de jóvenes muertos en una guerra que no se luchaba por la democracia ni por la libertad, sino por el interés económico de Estados Unidos. Y porque la propaganda gringa funciona igual en nuestros medios de comunicación, buscan desestabilizar gobiernos que no le son afines e igualmente han armado a nuestros pueblos, para que a la menor provocación nos autosaboteemos. 

Así que hay que tener los ojos bien abiertos porque de todo esto, ¿cuánto te creíste? 

Pero bueno, esto es solo mi opinión personal y no es importante.

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Publicado enBlog