¿Los comerciales de la IA de Apple reflejan gente tonta? ¿La IA generativa es para tontos?
La IA puede ser una herramienta que realmente nos ayude a optimizar ciertas funciones o a ejecutar tareas de manera más eficaz y eficiente. Sin embargo, hay que distinguir a la IA operativa de la generativa, y es que esta última es la que pretende escribir, dibujar, tomar fotos, editar videos, hacer resúmenes, hacer tareas, en fin, crear, pensar y ahora hasta sentir por nosotros.
Desde mi punto de vista muy personal, con la IA generativa sí hay que tener cuidado, porque si dejamos a la IA todas las tareas creativas que el ser humano no solamente tiene la capacidad de hacer, sino que debe hacer para ejercitar funciones mentales y psíquicas como la creatividad, la imaginación, el discernimiento, entonces sí que nos encaminamos a la idiotización.
O ya estamos ahí. Porque si observamos con detenimiento los nuevos comerciales de la IA de Apple, nos daremos cuenta que están enfocados para gente tonta.
Por ejemplo, el trabajador flojo que no leyó la presentación, ese típico que no se preparó para la junta, pero gracias a la IA de Apple, puede tener puntos clave de un documento en segundos y, entonces, fingir que sabe lo que no sabe.
O aquel otro trabajador que no está haciendo absolutamente nada en la oficina –pero nada de nada– y le deja a la IA de Apple la tarea de mejorar un mail que escribe con absoluta hueva y desinterés. Y el resultado es un mail asertivo y profesional que termina sorprendiendo al jefe, engañándolo sobre las capacidades de este trabajador que antes vimos perdiendo el tiempo.
Es así que la IA generativa nos permite ser flojos, nos permite ser descuidados y mediocres, al fin que la máquina lo va a hacer por nosotros.
Hay un anuncio más que sin duda debería preocuparnos. Estamos, otra vez, ante un trabajador que escribe un mail molesto porque le han robado su pudín, sus palabras y su tono son insultantes, pero le pide a la IA de Apple que haga su mail más “amable”, lo que le vale que la responsable se sienta conmovida y le pida disculpas.
Ahora también la IA va a gestionar nuestras emociones, una tarea que a los seres humanos nos ha tomado siglos entender. Hemos pasado por siglos de filósofos y artistas, siglos de estudios sobre la mente y el cuerpo humanos, siglos de búsquedas espirituales que nos permitan crecer y mejorar, pero todo ello está quedando relegado porque la máquina lo va a hacer por nosotros. O más bien, lo va a fingir, porque detrás de la IA y de las pantallas, somos lo que somos.
¿Qué hace al ser humano ser humano? Nada, no somos especiales. Vivimos en un delicado y fascinante equilibrio con todo. Y he ahí nuestra única tarea: relacionarnos con ese Todo del que, nos han dicho, engañándonos, que estamos desconectados; pero entender, recordar que somos uno, no se logra salvo a través del trabajo interno, sí, ese que incluye la disciplina, la puntualidad, el respeto por los demás, la gestión de nuestras emociones, la creatividad, el arte. Entonces, si la IA va a empezar a hacer todo eso por nosotros, ¿hacia dónde vamos?
A lo mejor nos parece interesante que la IA nos corrija la ortografía, nos haga un resumen, nos estructure nuestros textos, nos edite un video o mejore nuestras fotos, pero entonces, ¿cómo vamos a aprender? Simplemente no lo vamos a hacer, y entonces nos veremos como los trabajadores de los anuncios de Apple.
Créanme cuando les digo que ese puerto al que nos llevan es a la idiotización. Y sí, ya estamos ahí. Por eso los anuncios de la IA de Apple, lejos de ser ofensivos, están pensados para la sociedad en la que ya vivimos. No, los anuncios de Apple no están menospreciando a su consumidor, están dirigidos a su consumidor actual. También hagámonos responsables. O si no me creen, volteen a su alrededor.
Claro que esta es solo mi opinión personal y no es importante.
PD: Siempre que escribo de esto me preguntan: ¿qué podemos hacer? Así que dejo aquí la respuesta que siempre doy y que no es mía, sino de mi maestro Hondou Kyonin –y que no es de él, sino de nuestro maestro el Buda–: sentémonos a meditar.
Imagen: Adobe Express