Saltar al contenido

De la liberación de Assange

Después de 14 años de un proceso tortuoso, finalmente Julian Assange ha sido liberado. El arreglo fue que se declarara culpable. 

Uno de los casos que más llamó mi atención cuando empecé mis estudios en Geopolítica, fue el de Julian Assange. Recuerdo que mi maestro se dio cuenta –incluso antes que yo– que mis intereses giraban en torno de la comunicación y el periodismo, así que me impulsó a investigar el caso Julian Assange y la verdad es que me voló la cabeza con lo que me encontré: un periodista había publicado documentos y videos que revelaban los crímenes de guerra perpetrados por Estados Unidos en Irak y, a partir de ello, estaba sufriendo una persecución férrea.

Wikileaks, fundada por Assange, ha ventilado muchísimo más, pero ese video en donde se aprecia cómo unos soldados estadounidenses matan a población civil iraquí, parece ser que escoció en Washington. Porque la realidad es que el video muestra la diversión en la que están inmersos los soldados gringos, hay burlas, hay risas; Assange los describe como si estuvieran “jugando un videojuego”. Y entre las víctimas, hay niños. En ese ataque también murieron, por cierto, dos periodistas de Reuters. Los gringos hicieron pasar sus cámaras por armas y ese fue el pretexto para abrir fuego; cuando una camioneta llega a auxiliar a los heridos, también le disparan; cuando se dan cuenta que hay niños heridos, simplemente dicen: “eso les pasa por llevar a sus hijos a la batalla”. Y en todo caso, ¿cuál batalla? Si el helicóptero sobrevolaba una zona residencial.

Del caso no hubo justicia, salvo contra Assange, quien fue perseguido acusándole de hacker, espía y hasta de violador. Tomó refugio en la embajada de Ecuador en Londres y allí estuvo, sin salir, durante 7 años, hasta que el gobierno de Lenín Moreno, para renegociar su deuda externa, lo entregó. Creo que todos recordamos las imágenes donde la policía británica se lo lleva cargando a una prisión de alta seguridad en donde realmente no sabemos qué sucedió. 

Hay muchos rumores sobre el trato que dieron a Assange y el deterioro de su salud mental, sin embargo, se le aprecia bien en los videos en donde lo vemos llegando a Australia, su país natal. ¿Cómo está realmente? No lo sabremos hasta que decida declarar.

El caso de Assange es relevante porque los medios de comunicación, que en un principio se beneficiaron de los cables revelados por Wikileaks, después decidieron ocultar la verdad y decantarse por las fake news. Wikilieaks denunció crímenes de guerra, corrupción, daño a las finanzas públicas y al medio ambiente, y lo que vimos fue la persecución contra Assange y el linchamiento mediático.

México también tuvo su dosis de revelaciones a través de Wikileaks. Gracias a estos cables, por ejemplo, pudimos comprobar el fraude electoral de 2006 cuando, Arturo Sánchez Gutiérrez, entonces consejero del IFE, informaba a los gringos cómo operaría el fraude y también de las negociaciones del PAN con el PRI para que aceptaran los resultados a favor de Calderón a cambio de puestos en el gabinete. 

Pero el negocio de las noticias falsas ha permeado desde entonces a tal grado, que hoy hay gente que no “cree” en el fraude electoral y, también, tenemos a medios como Latinus recibiendo enormes cantidades dinero con el solo objetivo de crear fake news que, desgraciadamente, la gente sí consume y comparte como si no se supiera ya cómo operan –aunque quizá sí hay personas que aún no saben, resultado, también, de la confusión en la información–. Entonces, si Assange se ha declarado culpable, ¿dónde queda la verdad? 

No tengo más que preguntas. ¿Qué significa el acuerdo de Assange? ¿Podrá hablar con la prensa? ¿Contar su experiencia en la prisión británica? ¿Los rumores de tortura habrán sido ciertos? ¿Qué hará con Wikileaks? ¿Podrá seguir publicando información de interés público? ¿Todo aquello que atente contra los intereses de los grandes poderes económico-político-mediáticos ya no podrá ser revelado? ¿Corren el riesgo los periodistas de ser perseguidos, como Assange, bajo cargos falsos de espionaje? ¿Qué es, entonces, la libertad de expresión? Porque por lo pronto, eso sí, los verdaderos criminales, los funcionarios públicos, los medios, los ejércitos, siguen impunes. 

Pero esta es solo mi opinión personal y no es importante.

Comparte:
Publicado enBlog