El año ya está más que arrancado. Y hay varias cuestiones que merecen nuestra reflexión. Todas, sin embargo, rayan en lo absurdo, ¿serán broma?
1. El New York Times y el laboratorio de fentanilo en México. Empecemos con esto que currió desde el año pasado y ya nos reímos, pero no por ello deja de ser preocupante. El 30 de diciembre el New York Times publicó una nota que muestra un supuesto laboratorio de fentanilo del cártel de Sinaloa. No hacía falta que el gobierno de Claudia Sheinbaum saliera a dar ninguna explicación, a simple vista podíamos deducir que lo que estábamos viendo era un montaje, o una equivocación, o una broma: una cocina pequeña, dos ollas quemadas, salsas, chelas, no, eso no parecía un laboratorio del cartel más poderoso del mundo. Y digo que es preocupante porque la agenda detrás de esto, ya también todo mundo lo sabe, es la intervención. Ojo, las intervenciones no son necesariamente militares, para quienes están diciendo que esto no es posible en México.
2. El secuestro de María Corina Machado en la toma de protesta de Maduro. Cuando vi en X que la opositora de Maduro había sido secuestrada lo primero que pensé fue que podía tratarse de un autoatentado o de plano de una mentira, nadie en su sano juicio la secuestraría precisamente el día en que los ojos del mundo estaban sobre Venezuela. Cuando después se confirmaron mis sospechas todo se acomodó, estábamos ante lo obvio: la desinformación, la típica desestabilización que se busca a través de los medios de comunicación. También ya nos reímos, pero también es preocupante porque hubo muchas voces que dieron eco a este hecho y muchas personas que lo creyeron.
3. Elon Musk y Mark Zuckerberg controlan el mundo. La manera en que los magnates de la tecnología empiezan a controlar el mundo ya está muy descarada. Todos sabíamos que nos encaminábamos hacia esto… ¿sí lo sabíamos, no? Sin embargo, me sorprende verlo tan pronto. Elon Musk empieza a mover la política ya no sólo en Estados Unidos, sino en el mundo, apoyando, por ejemplo, a las ultraderechas alemana e inglesa; empieza, también, a controlar la información desde X y ahora se rumora que comprará TikTok; ¡ni hablar de su constelación de satélites! De esto reflexionaré en otro texto, vale la pena. Por su parte, Mark Zuckerberg, desde Meta, hace lo propio: ha anulado todos los verificadores de datos, encaminándonos hacia la desinformación sin control. Así que los millonarios, que no fueron electos por nadie, controlan las telecomunicaciones, las informaciones, la conversación. ¿Tengo que ahondar en esto?
Hemos empezado el año muy, muy movidos. Sólo les digo que del absurdo, de la risa, de la broma a la distopía hay poco trecho, así que cuidado. Y que todo esto es solo mi opinión personal y no es importante.
Imagen: Adobe Express