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De Azucena Uresti y la censura en México

El viernes por la tarde, antes de empezar una película, revisé las redes sociales y me encontré con el post de la periodista Azucena Uresti, quien decía que por las “circunstancias actuales” se despedía de su espacio en Milenio. Inmediatamente supe sus intenciones con ese mensaje tan ambiguo, pero me desconecté y empecé mi peli. 

No me equivoqué, al siguiente día, las redes estaban incendiadas con la supuesta censura en contra de Azucena Uresti. Opinadores, periodistas, empresarios y políticos aprovecharon la ocasión para alimentar la narrativa de que el actual gobierno de México censura a los periodistas. Por poner un ejemplo, Roberto Madrazo posteó lo siguiente:

Lo que causa verdadera curiosidad, porque los periodistas allí citados, supuestamente censurados por López Obrador, tienen, todos, espacios en medios, y más de uno: están en televisión, en radio, en columnas, en medios digitales, publican libros, etc. ¿Cuál es la censura, entonces? ¿O es que acaso ya se nos olvidó lo que significa la palabra “censura” y lo que implica en los hechos?

Durante los gobiernos de Calderón y Peña Nieto ya tenía conciencia política. Y recuerdo cuando Carmen Aristegui cuestionó la sobriedad de Calderón y éste sí que la censuró, el gremio y la gente en general tomaron las calles y Aristegui fue restituida en su espacio; cuando sí no la libró, fue cuando publicó el reportaje de la Casa Blanca de Peña Nieto. Su salida definitiva de MVS y las puertas cerradas en todos los espacios implicó que fuera de las primeras (si no es que la primera en México) en construir una plataforma digital, la que continúa en la actualidad.

Recuerdo también que periodistas como Anabel Hernández y Ana Lilia Pérez tuvieron que huir del país perseguidas por Calderón, y recuerdo cómo desde Italia y Alemania, respectivamente, continuaron su oficio periodístico. Actualmente, ambas, han regresado a México. 

Con la llegada de López Obrador a la presidencia de México empecé a conocer más de estos casos, periodistas que habían huído del país y estaban de regreso exponiendo los casos que investigaban y denunciando la persecución y la censura. La censura en serio. No esto que hizo Azucena Uresti: irse de un espacio a otro plantando una idea ambigua y dejando incertidumbre en la sociedad.

Finalmente Milenio publicó un comunicado aclarando la situación, al mismo Calderón –gran persecutor y asesino de periodistas–, no le quedó otra que rectificar, borrando un post anterior:

Y, sin embargo, la idea de censura ya quedó en el imaginario colectivo.

No estoy escribiendo a favor del gobierno de López Obrador, sino a favor de la verdad, de la ética periodística y de los ciudadanos. Lo que hizo Azucena Uresti es muy, muy bajo. No solamente confunde a la sociedad, sino que banaliza la censura y la persecución. El periodismo bajo ataque es aquel en el que el periodista ha sufrido atentados en contra de su vida, cuando tienen que huir del país, cuando no pueden regresar porque saben que los matarán… A esos periodistas hay que voltear a verlos, no a Azucena Uresti y los que, como ella, piensan que ser cuestionados por su trabajo –el cual genera serias dudas éticas–, es censura.

Por lo pronto, eso sí, la Uresti ya se hizo la mega publicidad, porque ya todos sabemos que en febrero estrena espacio en Radio Fórmula (¿y la censura, entonces?).

Así que tengamos mucho cuidado. Atravesamos una época en que lo que está en peligro es la verdad. No podemos creer a ciegas lo que el algortimo nos dicta y mucho menos alimentar una u otra narrativa. Soy de la opinión que hay que informarse en todos los medios, con todas las voces y, teniendo el mayor espectro de información, entonces, sólo entonces, tratar de reconstruir los hechos. 

Pero esta es solo mi opinión personal y no es importante.

Foto: Adobe Express

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Publicado enBlog