Hace unos meses me invitaron a editar ¡Goooya!, el periódico estudiantil de la UNAM. Lo realmente interesante, ha sido que no sólo se trata de editar textos, sino que hay que trabajar de manera directa con los estudiantes, están empezando a escribir, se trata, casi siempre, de su primera publicación. Y eso es muy apasionante, porque están muy motivados por las letras, por expresarse, por construir con la lengua escrita.
Mi primerísima publicación también fue en la revista estudiantil de mi universidad: un poema que se llama “La luna y las estrellas”, luego se los comparto…
En fin, lo que en realidad quiero reflexionar, es cómo nuestra familia y nuestros amigos son nuestros primeros lectores, ¡y eso es muy hermoso! Pienso en los estudiantes de la UNAM porque recuerdo esa emoción de decirle a mamá, a papá, a los hermanos o los amigos: léanme, que he publicado esto…
Cuando publiqué Mäywen, claro, las primerísimas compras fueron de tíos, tías, primos, mis amigos cercanos, y hermosas sorpresas, como amigos con los que hacía mucho no tenía contacto, pero me buscaron en redes sociales; o buenos conocidos de la primaria, la secundaria, la prepa o la uni.
Con Poética de la Ansiedad, ha pasado algo distinto. Ahora tengo amigos virtuales que llegaron gracias a la promoción que estuve haciendo con mi primer libro, lectores a los que –supongo– les ha gustado mi obra y han adquirido este segundo libro. Las compras de amigos y familiares, tampoco se han hecho esperar. Lo cierto es que muchos lectores, la gran mayoría, me han comentado que están esperando el libro impreso.
Me desnudé tanto en Poética de la Ansiedad, que mi gente me ha hecho comentarios muy curiosos, quizá porque conocen una nueva parte de mí, algo que no sabían, a pesar de la amistad. Uno muy interesante fue el de una amiga muy, muy cercana, que me dijo: ya lo compré, pero no lo quiero leer, porque no quiero saber todo el dolor por el que has pasado… Aaaaw!
Y ya. No hay más. Sólo quería agradecer por tanto, tanto apoyo. Todo lo que hago es posible gracias a que ustedes, querida familia, queridos amigos, creen en mí y están dispuestos siempre a adquirir un libro, a leerlo, a recomendarlo.
Sé el primero en comentar