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¿Qué es realmente la meditación?

Poner la mente en blanco, no. Pero sí ponerla en orden. Aprender a discernirla, a discernirte. Discernirme. DiscernirNOS, incluso. 

Es la sinceridad más absoluta con tu propia voz. ¿Qué te estás diciendo? 

– No puedo.

– Ya me cansé.

¿Qué estás sintiendo? Cosquillas, comezón, movimiento intestinal, sueño, adormecimiento. Dolor. Enojo. Rencor. 

¿Qué piensas?: ¿En el futuro? ¿En el pasado? ¿En lo que dijiste? ¿En lo que no hiciste? 

Meditar es aceptar que nuestra mente es desorden, ruido, deseo, ira, miedo, sufrimiento. Meditar es ACEPTAR.

Meditar es desarmar la mente y ver pieza por pieza. Observar. Observarnos. 

Hay muchos tipos de meditación, las primeras que el budismo enseña son Samatha, el sánscrito de “paz” o “tranquilidad”.

“La meditación samatha calma la mente y orienta el sentido de nuestra conciencia… Todas las técnicas samatha tienen el objetivo de inducir estados de concentración.”
 

Darmachari Vadanya

Las técnicas Samatha generalmente usan un objeto en el qué enfocarnos: la respiración o un mantra, por ejemplo. Meditar, pues, se trata de desarrollar nuestra capacidad de concentración y enfoque. Nada más.

Meditar es estar con uno mismo. Ser sincero con uno mismo. Es un diálogo con nuestra propia voz. Meditar es escuchar nuestra voz interior. 

Meditar también es escuchar la voz de los dioses.

Namasté.

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