Desde hace mucho quería escribir una apología sobre Courtney Love, y Rosalía de Castro me dio el pretexto perfecto.
Rosalía de Castro es una escritora española del s. XIX. Como muchas escritoras, padeció el patriarcado: lectores y sobre todo círculos intelectuales de la época no creían que sus poemas y ensayos fueran de su autoría y los aducían a su marido, quien también era escritor.
Estos días leí Las literatas: carta a Eduarda (1866), un ensayo potente donde Rosalía, en forma de epístola, habla sobre el punto de vista que tiene la sociedad con respecto de las lectoras y escritoras y denuncia el impedimento de la culturalización de las mujeres al existir la errónea idea de que las mujeres literatas e intelectuales no pueden satisfacer las necesidades de un hombre y de un hogar. Si el marido respeta y alienta los afanes de la mujer, como es su caso propio, entonces ambos recibirán burlas e insultos. Y dice, abiertamente, que de ella se dice que es su marido el que está detrás de sus letras:
Yo, a quien sin duda el mal genio ha querido llevar por el perverso camino de las musas, sé harto bien la senda que en tal peregrinación recorremos. Por lo que a mí respecta, se dice muy corrientemente, que mi marido trabaja sin cesar para hacerme inmortal. Versos, prosa, bueno o malo, todo es suyo; pero sobre todo, lo que les parece menos malo, y no hay principiante de poeta ni hombre sesudo que no lo afirme. ¡De tal modo le cargan pecados que no ha cometido! Enfadosa preocupación, penosa tarea, por cierto, la de mi marido, que costándole aún trabajo escribir para sí (porque la mayor parte de los poetas son perezosos), tiene que hacer además los libros de su mujer, sin duda con el objeto que digan que tiene una esposa poetisa (esta palabra ya llegó a hacerme daño) o novelista, es decir, lo peor que puede ser hoy una mujer.
Las literatas: carta a Eduarda, Rosalía de Castro
Y sí, me acordé de Courtney Love.
Lo confieso: conocí a Courtney Love por Kurt Cobain, consumí antes a Nirvana que a Hole. Pese a todo, conforme fue pasando el tiempo y conforme fui conociendo a ambas bandas, me volví más fan de Hole. Pude apreciar una propuesta estética más sólida que, además, Courtney Love reproducía en todo su cuerpo; y también me identifiqué mucho más con la lírica –muy seguramente por el género–. No quiero decir que una banda sea mejor que la otra, o que un escritor o compositor sea mejor que el otro, sólo estoy diciendo que a mí, de manera personal, terminó gustándome mucho más Hole y creo que ayudó todo lo que hay detrás de Courtney Love en cuestiones biográficas y sociales.
Para empezar, las rolas de Hole tienen una clara veta feminista; inevitable ser mujer y no identificarse con esto. Y para acabar, llegamos a toda la injusticia patriarcal de la que Courtney Love fue víctima tras el suicido de Kurt Cobain y que hace que, descubrirla, sea mucho más sorprendente.
Es decir, Courtney compartió con Kurt Cobain la adicción a la heroína, la cual destruyó a ambos. La diferencia es que ella le sobreviviría a él, siendo así que mientras él se convirtió en una figura mítica, en ella veríamos toda la destrucción del cuerpo y de la psique. Posterior al suicidio de Kurt Cobain, además, ella cargaría con el señalamiento de haberle matado, porque es lo que la sociedad educada en el patriarcado está acostumbrada a hacer: la mujer es la culpable, la mujer es la asesina, la mujer es el mal. Sin embargo, basta prestar atención a lo que escribía Kurt Cobain para darnos cuenta que eso acabaría como acabó.
CelebritySkin, el álbum de Hole posterior a la muerte de Kurt Cobain, decanta todo el dolor de quien ha perdido a su pareja, el desgarramiento de la madre que ahora tiene una hija huérfana de padre –y que además se ha suicidado– y los estigmas sociales que ahora tiene cargar. En la lírica de este álbum está toda la confesión.
Por su parte, Live through this, el album que antecede a Celebrity Skin, está considerado como uno de los mejores álbumes del grunge y, en su momento, se dijo y se redijo que quien realmente lo había escrito, era Kurt Cobain. La sociedad no cree que una mujer pueda lograr tal cosa.
Courtney Love cayó en una vorágine de autodestrucción de la que, me parece, apenas el año pasado se recuperó. Sus álbumes en solitario sí son lamentables, pero hay una rola, “Mono” (2004), en donde, otra vez, nos sumergimos en la realidad de la artista: “God, you owe me one more song so I can prove to you that I’m so much better than him…” Ouch…
En fin, todo esto es solamente mi opinión personal, pero la realidad es que ejemplos como estos hay muchísimos. Cuéntenme qué mujeres en las artes conocen ustedes cuya obra y talento hayan sido aducidos al marido o a cualquier hombre que las orbitara.
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