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Autoras independientes y una red de apoyo

¿Escribir un libro es fácil? Bueno, tiene su chiste. Las preguntas que siguen son, ¿publicar un libro es fácil? ¿Vender un libro es fácil? No. Como cualquier emprendimiento requiere disciplina, mucho trabajo, compromiso. Lo cierto es que todo es posible con una red de apoyo. Por lo menos esa ha sido mi experiencia.

Para empezar, el momento en que le platiqué al novio sobre la novela que estaba escribiendo y escuchar, por primera vez, las palabras: Hazlo. Termínalo. Llévalo a cabo. En vez de la típica frase: “Te vas a morir de hambre”.

Y después, el financiamiento. Si tú no puedes financiarlo sola, entonces encontrar ese alguien –o alguienes– que, como tú, crean en tu proyecto.

Pero, sobre todo, el apoyo que surge de la familia y los amigos. ¡Es lo más bonito! Por mi parte, puedo contar que recibí muchísima ayuda. Desde mis papás que llegaban a mi depa con despensa y papel de baño a sabiendas de que yo había renunciado a mis trabajos y estaba todos los días encerrada escribiendo; o recuerdo aquella vez que me atrasé con la renta y un amigo me la depositó, o las muchas veces que los amigos se reunían y yo decía: no tengo dinero, pero nunca faltó quien me invitó.

Y también aquellas personas que te ayudan desde su propio expertise. Por ejemplo, tengo una amiga que es diseñadora gráfica y siempre que me atoro con algo, me apoya sin importar su carga de trabajo; o mi amiga que es experta en redes sociales y siempre me da consejos aun cuando ella vive de eso; tengo otra amiga que está estudiando una maestría en marketing digital y, sin que se lo pida, me pasa tips para poder seguir vendiendo mi libro.

Ni qué decir de la propia comunidad de escritoras. Si yo he conocido la sororidad, ha sido gracias a ellas. Sin conocernos personalmente, muchas han leído mi libro y hablado de él en sus propios espacios, o lo han recibido en sus catálogos; si tienen una comunidad virtual grande, no dudan en recomendarme.

En fin, ayuda hay por todos lados, sólo hace falta lo más importante: atrevernos a pedirla. Y así, poco a poco, con mucho amor universal, ir empujando los sueños.

Image by PublicDomainPictures from Pixabay

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Publicado enBlog

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